Hay dos maneras de llegar hasta Nikko.
La primera es usar el JR, en ese caso combinamos un shinkansen hasta Utsunomiya de ahí una línea JR hasta Nikko. Unas dos horas.
La segunda es a través de una compañía privada que me parece sale desde Ueno, Tokio y llega a su propia estación en Nikko.
Nikko es un pueblo pequeñito rodeado por montes y bosques de Cipreses. Parece que solo vive des turismo.
Primero me informo sobre lo que hay que hacer y cómo hacerlo, hay buses que nos llevan desde la estación de trenes hasta un puente desde donde tendremos que subir escaleras para llegar al área de templos. El bus vale 200 yen pero caminando se hace bien y solo se tarda unos 20 minutos.
Puente Shin-Kyo
Al llegar al puente vemos que hay otro en frente, rojo, tradicional y bonito. Cruzarlo cuesta 300 yen. El puente se ve perfectamente sin necesidad de pagar por ello.
Supuestamente, por no decir que es una simple leyenda, el Daya-gawa , en el lugar del puente cruzó el río a lomo de dos serpientes gigantes.
Antes de entrar en algún templo me como una brocheta de carne por 128 yen. Y ya abajo de un templo unos fideos transparentes muy curiosos que se comen con salsa de soja: 300 yen.
En frente una pagoda de 4 pisos, supongo que habrá que pagar igualmente.
Tosho-gu
Comienzo mi visita y elijo el templo más famoso, la entrada cuesta nada más y nada menos que 1300 yen, una locura. Es también el templo Sintoísta más recomendado.
Es un templo donde hay que fijarse sobre todo en los adornos , son muy bellos. Uno de ello se encuentra el Shinkyusha, donde observamos los tres famosos monos sabios.
En frente se ha representado a 2 elefantes , un artista que ni siquiera vió en su vida un ejemplar. Como si yo quisiera representar a la madre de Pikachu.
La Honji-do es una sala famosa con pinturas del Nakiryu, el dragón que llora, un tipo saca dos palitos y explica en japonés no sé no sé cuanto pero al dar un palo al otro resuena como si el dragón llorase, no se puede sacar fotos del recinto.
Fijarse igualmente en la puerta del Yomei-mon, hay mucha decoración y muchos detalles muy bello.
Cerca tenemos el Nemuri-Neko, es obvio que es una escultura tan pequeña que no se puede encontrar tan fácilmente pero hay tanta gente sacándole fotos que no será un problema. Es un gato dormido muy famoso en todo Japón por su realismo.
Si seguimos por la puerta del gato nos tocará subir muchos peldaños hasta llegar a la tumba de Leyasu, un total desconocido para mí.
La sala principal ( Honden) y la de culto (Haiden) tiene frescos muy majos pero tampoco se le puede sacar fotos.
Futarasan-Jinja
El edificio más antiguo de Nikko, otro de pago , 200 yen, no entré, me quedé en el patio antes de llegar y el está todo rodeado de cipreses , le da un encanto distinto
Cerca tenemos otro templo importante, el Taiyuin-byo, la entrada cuesta 550 yen, no fui, es otro sintoísta, no quiero rallarme.
Rinno-ji
Al final me decidí por el Rinno-ji, un templo budista, 400 yen la entrada. El problema es que está en obras hasta el 2020, y tampoco se le puede sacar fotos. Podemos subir en lo alto de las obras y verlas. Desde arriba divisamos algo mejor el panorama.